El dólar estadounidense subió el pasado viernes a su alza de 16 meses frente al euro, ya que la caída en los precios de las acciones forzaron a la Reserva Federal de Estados Unidos a confirmar su posición sobre el fortalecimiento de la política monetaria, citando una fuerte economía estadounidense.

Por consiguiente, el dólar sigue perfectamente capaz de utilizar cualquier cosa positiva e incluso negativa a su favor. Ya sea una guerra comercial entre Washington y Pekín, una disminución significativa en el mercado de valores de Estados Unidos o resultados mixtos de las elecciones a medio plazo.

Sin embargo, el mercado recibió una señal muy clara de que, en cualquier caso, que amenaza al dólar, la Reserva Federal, que, luego de la partida de Janet Yellen, está bajo el control de la Casa Blanca, dejará en claro que aumentará la tasa si se solicita un "dólar más fuerte de Estados Unidos". Al tomar en cuenta este enfoque, los analistas aconsejan a los comerciantes que trabajan con "largos" dólares que aumenten sus posiciones, ya que el riesgo de un dólar colapsado es extremadamente bajo. Además, el dólar prácticamente se ha protegido de la pérdida de la moneda común europea en los próximos meses, ya que Bruselas todavía no puede resolver tres problemas clave que amenazan también el tipo de cambio del euro. En primer lugar, este es un trato prolongado con Brexit en la frontera irlandesa. En segundo lugar, este es un presupuesto deficitario de Italia, cuyos problemas no son más simples que los griegos, y la economía es 10 veces más grande, y, en tercer lugar, se trata de una política migratoria que amenaza a los árabes no europeos, sino a una división política. Todo esto hará que el euro baje al menos hasta febrero de 2019.